¿Habéis escuchado hablar de la anhedonia alguna vez? sabéis ¿qué es la anhedonia?
Quizás sí, quizás no… pero lo que es probable es que la hayáis sentido en algún momento sin saber que era o sin saber por qué.
La anhedonia es la incapacidad para sentir placer o disfrutar de cosas agradables. Es como si nada nos interesara o nos emocionara, como si estuviéramos congelados o bloqueados emocionalmente y nada nos pareciera suficiente como para hacernos sentir algo.
Esto influye, por ejemplo, en nuestro apetito y en las relaciones sexuales, pero sobre todo y donde más rápido podemos notarlo es en nuestra falta de satisfacción social, generando desinterés por eventos, planes o reuniones para relacionarnos con otras personas.
Esta falta de motivación, y probablemente de compresión por las personas que nos rodean, porque no es nada fácil de entender, puede llevarnos a una disminución de energía y actividad que nos hace distanciarnos o evitar actividades que antes eran placenteras y cotidianas para terminar aislándonos del resto.
Puede ser, que algunas personas que hayan pasado por situaciones complicadas a lo largo de su vida prefieran esto al sufrimiento, pero realmente es una sensación muy desagradable, ya que todo deja de tener sentido. Siempre he sido partidaria de sentir, para lo bueno y para lo malo y si es con inteligencia emocional mejor, ¡por supuesto!
Estos síntomas mencionados anteriormente pueden ser consecuencia de algún trastorno de ansiedad, depresión, esquizofrenia o por un abuso en el consumo de drogas, por ejemplo.
Por ello, entenderemos mejor la causa de la aparición de la anhedonia a nivel fisiológico, pues esta se debe a una alteración en nuestro cerebro que impide que se genere dopamina, que es una sustancia química encargada de hacernos disfrutar de las actividades placenteras.
Sin embargo, cuando estamos viviendo una depresión o un alto nivel de ansiedad y/o estrés, el cerebro se bloquea y es incapaz de producir dicha sustancia.
¿Qué puedo hacer si me siento así?
En este punto quiero hacer referencia a la relación con el post anterior sobre la autoestima vs ego porque la primera pauta es priorizarnos, cuidarnos buscando hacer lo que nos haga sentir bien y permitirnos sentir lo que sentimos hasta que poco a poco vayamos entendiendo y ordenando pensamientos y emociones. Esto no es un acto de egoísmo sino de autocuidado.
Aun así, cómo ya había explicado, la anhedonia no es un trastorno, sino un síntoma, como profesionales de la psicología nuestro trabajo es ayudaros a encontrar dichas causas y trabajar sobre ellas para que así la anhedonia vaya disminuyendo de forma paralela. ¡Queremos ayudarte!
Isabel Montes Parejo