Más de una vez he pensado que tengo el oficio más bonito del mundo, supongo que todo aquel que realice su trabajo con vocación pensará lo mismo. La gente me dice…«¿Matrona?, Qué bonito debe ser ver la vida llegar”… a lo que siempre respondo: “Sí que es bonito, sé, pero también es cierto que cuando la cosa se pone fea…estamos ahí también para verlo”. Es algo a lo que profesionalmente nunca te acostumbras.
Culturalmente la maternidad es interpretada como un sinónimo de logro y felicidad para las familias, pero por desgracia algunos embarazos terminan en pérdida a pesar de los grandes avances científicos en el cuidado del recién nacido y su madre. En muchas ocasiones, es difícil asimilar la muerte de alguien que no ha empezado a vivir, y que además supone una ilusión, un sueño de futuro. La incorporación de la mujer al mundo laboral junto con los cambios sociales de los últimos tiempos (aumento de la edad media a la que se decide concebir por primera vez, factores económicos, etc.) han resultado en una disminución del número de hijos por pareja, lo que agrava el especial dolor que supone el duelo por la muerte de un hijo.
La frecuencia de la muerte perinatal es algo que me sorprendió cuando aterricé en el hospital para mi formación. De 4 a 5 bebés fallecidos por cada mil nacidos vivos, entendiendo la mortalidad perinatal aquella que se produce entre la vigésimo octava semana de gestación y el séptimo día de vida (Instituto Nacional de Estadística, 2014) . No son datos en absoluto despreciables.
El duelo gestacional y perinatal tiene unas características específicas que difieren de otros tipos de pérdida. Se trata de duelos muchas veces desautorizados, ignorados, silenciados y minimizados. En muchas ocasiones, no son públicamente reconocidos ni socialmente expresados.
Por otro lado, la vivencia de la pérdida de un hijo en la pareja es diferente y es muy importante tener en cuenta este factor. Las sensaciones que los padres pueden experimentar cuando se produce una pérdida perinatal son estremecedoras: vacío interior, irritabilidad, rabia, apatía y miedo por los futuros embarazos, así como sensaciones de culpa y fracaso y/o tendencia a buscar un culpable externo al principio.
La atención prestada en los primeros momentos es esencial, dado que constituirá el núcleo a partir del cual se elaborará el duelo, ayudando a prevenir el duelo patológico.
Es muy común querer consolar o auxiliar a las personas que están pasando por esta situación pero, a veces, tanto los profesionales que atienden, como la familia y amigos han de tener en cuenta que existen frases poco apropiadas para estos momentos como: “no llores, sé fuerte”, “eres joven, ya tendrás más”, “hubiera sido peor más adelante” y un largo etcétera. Lo más adecuado, en estos casos, es abordar la situación con frases sencillas como “desearía que las cosas hubiesen sido de otra manera”,“ no me importa que llores” o simplemente dejar que hablen sobre lo ocurrido o estar presentes y disponibles para cuando lo necesiten.
Algunas cifras pueden orientarnos respecto a la importancia de estar acompañados por profesionales cuando se producen estas circunstancias. Por ejemplo, el 52% de los padres refieren tener un pobre conocimiento sobre el duelo y cómo tratarlo y el 71% están descontentos con la información que se les ha proporcionado (Heazell, Leisher, Cregan, Flenady, Froen y Gravensteen, 2013).
Del 15% al 20% de las parejas tienen problemas para superar esta etapa vital (Fernández, Cruz, Pérez y Robles, 2012) y por eso desde, Centro Psicosanitario Galiani, queremos acompañarte si has pasado o estás pasando por una situación como esta, y también podemos ayudarte si te dedicas al mundo de la obstetricia y has presenciado situaciones difíciles. Acompañarte en la elaboración de un duelo saludable es nuestra meta como equipo multidisciplinar terapéutico.
Referencias
- Fernández-Alcántara, M., Cruz-Quintana, F., Pérez-Marfil, A. y Robles-Ortega, H. (2012). Factores psicológicos implicados en el duelo perinatal. Index de Enfermería, 21(1-2), 48-52.
- Heazell, A., Leisher, S., Cregan, M., Flenady, V., Froen, J.F. y Gravensteen, I.K. (2013). Sharing experiences to improve bereavement support and clinical care after stillbirth: report of the 7th annual meeting of the international stillbirth alliance. Acta Obstet Gynecol Scand, 92(3), 352-361.