La educación maternal, desde hace un tiempo hasta ahora, ha venido siendo parte de los servicios que se ofrecen en los centros de atención primaria dentro del marco de los cuidados de la salud en el embarazo. Si preguntamos a cualquier mujer gestante “¿En qué consiste la educación maternal?”, probablemente, diga que son las clases donde van todas las embarazadas a aprender a respirar y pujar para el parto y poco más. De hecho y por desgracia, en muchos lugares donde se imparte esta supuesta “educación maternal” esa visión es una realidad, aunque no en todos.
La llegada de un nuevo miembro a la familia supone un cambio estructural, mental, físico y económico para todos sus miembros. Del mismo modo que es necesario un entrenamiento previo para competir en una maratón, es necesario estar informados de todo aquello que puede afectarnos en cuanto a la crianza de un hijo, no sólo en cuanto al momento del parto, si no para la vivencia de una gestación, un nacimiento y una maternidad consciente y placentera.
Desde Centro Psicosanitario Galiani queremos acompañarte en este camino y por eso queremos recordar la importancia que tiene actualmente una buena preparación al nacimiento con un equipo multidisciplinar.
El parto es algo fisiológico y humano, sin embargo, al realizarse en un medio hospitalario en un gran porcentaje de casos, se tiende a tener una percepción de peligro y enfermedad que no nos hace ningún favor. En muchas ocasiones, el momento del parto puede ser la primera experiencia de una mujer en un hospital, y al no haber presenciado nacimientos hasta entonces, el momento del parto se convierte en una mezcla entre incertidumbre y miedo a lo desconocido.
En primera instancia, es necesario que los profesionales de la salud que atienden a una gestante y su entorno estén formados para atender desde lo que ofrece la última evidencia científica en un contexto de respeto y empoderamiento de la mujer. Además, es muy importante que las mujeres sepan cuáles son sus derechos y sus opciones para que, poco a poco, se vaya eliminando el paternalismo y la violencia obstétrica que por desgracia sigue ocurriendo en nuestro país.
No debemos olvidar que el mes de noviembre es el Mes Contra la Violencia hacia la Mujer y los datos que nos aporta el Observatorio Español de Violencia Obstétrica (2016) no son para nada desdeñables. Podemos destacar datos como que un 32,5% de las mujeres en el estudio fueron criticadas por sus expresiones de dolor, gritos o gemidos, o bien que a más de la mitad de las mujeres no fueron informadas de la intervención que se le iba a realizar.
Las matronas debemos devolver a las mujeres el poder para decidir sobre su propio proceso vital, conocer cómo funciona el organismo, la naturaleza y también conocer qué opciones pueden tener en cuanto a la gestación, nacimiento y crianza de su hijo/a.
La educación para el nacimiento y la crianza es una oportunidad de oro tanto para mostrar a las parejas que acuden las opciones que tienen respecto a su proceso y dar información útil y veraz, como para crear espíritu de grupo y que, de esa manera, se cree un espacio de encuentro donde puedan compartir experiencias.
No se puede enseñar a parir, se sabe; pero debemos hacer lo posible para que la sociedad tome conciencia de ello para que, de ese modo, teniendo control y confianza en sí mismas y estando despojadas de incertidumbres es cuando podemos dejar a la naturaleza seguir su curso y participar activamente en el proceso.
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Referencias
- Asociación El Parto es Nuestro (2016). Informe del Observatorio español de la violencia obstétrica. Recuperado de https://www.elpartoesnuestro.es/sites/default/files/public/OVO/informe2016.pdf