Desde hace algunos años, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (de aquí en adelante, TDAH) es uno de los trastornos crónicos del neurodesarrollo más comunes y diagnosticados en niños. Sin embargo, sigue siendo un gran desconocido para los padres y cuidadores de éstos. Según estudios recientes entre el 3 y el 5% de la población infantil sufre este problema, es decir, en cada curso escolar hay, al menos, un niño que lo padece. Si esto es así, ¿cómo es posible que actualmente el TDAH siga siendo un desconocido?
Atendiendo al nivel más pulcro y estricto de la psicología diremos que hay tres condiciones indispensables que nos hacen plantearnos que un niño puede sufrir este trastorno (DSM V, 2018):
- Inatención. Nuestro hijo no va a atender cuando le hablamos, ni prestará atención a pequeños detalles llevándole esto a cometer errores y mucho menos mantendrá la atención en algo concreto por un período largo de tiempo. No es capaz de seguir las instrucciones que se le da ni de organizar su propia tarea. Además pierde o no encuentra cosas necesarias constantemente.
- Conducta de hiperactividad. Es un niño disruptivo, molesta en clase constantemente porque es incapaz de mantenerse sentado ni de ocuparse tranquilamente en sus actividades. Necesita moverse todo el rato en el asiento y con frecuencia habla demasiado. En situaciones inadecuadas y con bastante frecuencia trepa o corretea sin sentido y hace que perdamos la paciencia.
- Impulsividad. Nunca es capaz de esperar su turno y no tiene paciencia para jugar con otros niños. Constantemente contesta antes de que le formulemos la pregunta y no deja terminar de hablar. Además Interrumpe a profesores y compañeros en clase y se entromete en las conversaciones y juegos de otras personas.
Por tanto, diremos que el TDAH es un problema que se supone genético en el cual el niño es incapaz de controlar sus propios impulsos y conducta. Es decir, cuando encontremos a un niño con TDAH vamos a encontrar a una persona con problemas serios para mantener su atención, con un comportamiento hiperactivo, desobediente y en la mayoría de los casos con problemas a nivel académico. Normalmente, estos comportamientos son generalizados y se dan en todos los contextos en los que el niño interviene; así sucederá en el colegio, en casa, en el parque, etc.
Del mismo modo, es importante aclarar que este trastorno se acompaña de la palabra crónico, es decir, estos problemas estarán presentes durante toda la vida, aunque si bien es cierto que sufrirán cambios según las diferentes etapas evolutivas. Esto es motivo de miedo o ansiedad por parte del círculo social del paciente ya que en la mayoría de los casos son percibidos como personas desobedientes e intrusivas, lo que hace que la respuesta del círculo cercano sea negativa por falta de herramientas. Además, en una mayoría de casos, los padres y cuidadores del niño tienden a utilizar el castigo, las amenazas o reprimendas como medio para corregir las conductas del niño, no teniendo en cuenta que ellos no siempre pueden controlar sus actos ni comprender las pautas educativas. Esto no hace más que empeorar la situación y crear una dinámica que compromete el bienestar tanto del niño como de los adultos cercanos al mismo.
Es esencial. por todo lo mencionado, que los cuidadores seamos conscientes y conocedores del problema y nos involucremos, intentando dotarnos de las herramientas necesarias para controlar las diferentes situaciones lo más pronto posible.
Centro Psicosanitario Galiani cuenta con un gran equipo de profesionales que, desde diferentes áreas de trabajo, valoramos y abordamos casos de este tipo. Para los padres, trabajar con un apoyo que sirve de guía, les tranquiliza y ayuda a conseguir resultados que de otra manera sería imposible. Es fundamental trabajar de manera eficaz con el objetivo de compensar aquellos déficits que podamos encontrar y saber fortalecer todas las cosas positivas que las personas diagnosticadas de TDAH pueden ofrecernos para trabajar a su favor.
Referencias
- American Psychiatric Association (APA) (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-5. Washington, DC: APA.
- García-Sánchez, J. N., Robledo-Ramón, P. (2004). Contexto familiar del alumnado con dificultades de aprendizaje o TDAH, percepciones de padres e hijos. Estudios sobre Educación, 26, 149-173.
- Korzeniowsk, C. y Susana, M. (2008). Estrategias psicoeducativas para padres y docentes de niños con TDAH. Revista argentina de clínica Psicológica, 17, 65-71.
- Villagómez, A (2018). Diagnóstico y manejo de los niños con TDAH en el Ecuador. Quito: Universidad de las Américas.