Los celos en pareja
Casi todos hemos sentido celos alguna vez, ya sea de algún hermano, algún compañero de trabajo o nuestra propia pareja.
Podemos definir los celos, como una respuesta emocional negativa, hacia otra persona generando sentimientos de desconfianza, y temor. Cuando estos sentimientos se producen dentro de una relación, hablamos de celos de pareja y son los más comunes. En algunos casos pueden convertirse en un aliciente para invertir más en la relación, aumentar el grado de compromiso, retomar los detalles románticos, reavivar la pasión y, en definitiva, prestar más atención a nuestra pareja si la habíamos descuidado.
El problema se encuentra cuando se convierte en algo habitual, generándonos ansiedad, miedo y, por lo tanto, malestar psicológico. Ser una pareja celosa y desconfiada no significa que amemos más o menos. De hecho, los celos distan mucho del significado de amar, más bien lo que realmente hacen es perjudicar a la relación, ya que cuando sentimos celos, habitualmente, es un sentimiento generado por una falta de confianza en uno mismo y en la relación.
¿Qué son los celos patológicos o celotipia?
Podemos definirlos como preocupaciones permanentes y excesivas sobre la lealtad y fidelidad de la pareja que provocan una hipervigilancia constante, aumentando mucho nuestros niveles de ansiedad. Como consecuencia, se llevan a cabo conductas de control sobre la pareja con el objetivo de disminuir nuestro malestar emocional.
El origen de los celos
A nivel neurobiológico, esta respuesta se encuentra muy relacionada con la corteza prefrontal derecha (no dominante), ganglios basales e ínsula, aunque no existe un circuito neuronal, como tal, que codifique únicamente esta emoción. Por este motivo, los celos ordinarios y los considerados patológicos no generan la misma respuesta en nuestras vías neuronales.
Se ha detectado diferentes activaciones neuronales en hombres y mujeres, de tal forma que en hombres, hay una mayor actividad cerebral en hipocampo y amígdala, que son áreas corticales vinculadas en comportamientos agresivos/sexuales y se ha comprobado que en mujeres hay una mayor actividad en el giro temporal superior.
Los celos ejercen una función evolutiva, con el objetivo de proteger el vínculo de pareja. Sin embargo, no hay que pasar por alto que las teorías evolutivas dejan al margen muchos factores, ya que los celos están también influenciados por nuestras características de personalidad, por lo social y cultural. Podemos enumerar algunas características y causas que pueden precipitar que los celos se conviertan en patológicos y que ya hemos mencionado anteriormente: baja autoestima, experiencia familiares, situaciones vividas, trastornos psicológicos (personalidades paranoicas, narcisistas e histriónicas)
Si tenemos en cuenta rasgos de personalidad, podemos encontramos con:
El celoso posesivo
Personas que creen que su pareja es de su propiedad. Tiene como idea central la posesión del otro, utilizando frases tipo como “es mío o mía”. Por este motivo piensan que su pareja debe obedecerle y si no lo hace lo considerará como una falta de respeto.
El celoso dependiente
Un factor clave a tener en cuenta cuando hablamos de celos es la dependencia. Sentir que uno se moriría sin el otro y el hecho de necesitarle para vivir, son ideas características.
El celoso inseguro
En este caso, nos encontramos con una persona con baja autoestima que no se considera al nivel de su pareja. Suele estar al tanto de cualquier relación que tenga su pareja con otra persona, ya sea amigo o un compañero de trabajo.
El celoso desconfiado
Se muestra desconfiado y suspicaz con las personas en general. Piensa que no hay que fiarse de los demás porque siempre tienen malas intenciones. Muchas veces no sabe distinguir una relación cordial de una relación íntima. Piensa que dos personas de distinto sexo no pueden ser amigos, ya que siempre habrá un interés mayor.
¿Cómo podemos gestionar los celos de pareja?
Deshacerse de los celos patológicos no es una tarea sencilla, aunque no es imposible. Los celos en la pareja, podemos trabajarlos de forma individual o bien conjuntamente, como terapia de pareja.
A nivel individual:
1. Autoconocimiento:
Ser conscientes del origen de nuestros celos no solo nos ayuda a conocernos mejor, sino que nos da herramientas para afrontarlos mejor.
2. Fortalecer nuestra autoestima:
Es fundamental tener autoestima y autoconfianza. Piensa en las cosas buenas que tienes, tus capacidades, aprende a decir que no y a gestionar tus emociones.
3. Compartir nuestro malestar:
Hablar claramente de cómo nos sentimos con nuestra pareja y explicarlo sin reproches ni confrontaciones, hace que el problema en muchos casos se solucione. Además, ayuda a que afiancemos la confianza y honestidad en la pareja. Es cierto, que reconocer esta clase de sentimientos delante de nuestra pareja no siempre resulta fácil.
A nivel de pareja:
Es fundamental proporcionar estrategias y recursos para mejorar la comunicación, la resolución de conflictos, la afectividad y otros recursos que hacen que la relación pueda sanearse y cobrar fuerza y seguridad y confianza.
Veamos algunas pautas para vencer los celos de pareja:
1. Reconocer que tenemos un problema
El primer paso para poder eliminar nuestros celos patológicos es admitir que se trata de un problema real que está afectando a nuestra relación.
2. Aumentar nuestra autoconfianza
Los celos tienen origen en una inseguridad emocional y una baja autoestima. Muchas veces, es un miedo profundo de abandono a que alguien nos deje o que dejemos de interesar. Consideramos que no somos lo suficientemente buenos para la otra persona y debemos tener en cuenta, que las personas que tienen confianza en sí mismas, saben que incluso si son rechazadas o burladas, podrán asimilarlo y recuperarse.
3. Afrontar y asimilar que podemos tener un abandono
Normalmente, este tipo de inseguridad tiene su origen en la infancia. Muchas personas celosas sufrieron en su infancia un trato indiferente, fueron ignorados, desplazados o efectivamente sufrieron el golpe de un abandono por parte de un padre o una madre. En la medida en que este suceso traumático no se asimile adecuadamente, podemos tender a tener celos de pareja.
4. Apreciarnos a nosotros mismos
Tener baja autoestima y ser inseguros, puede ser una de las principales razones por las que somos celosos. Pensamos que no somos suficientemente buenos para merecer la relación de pareja, que nuestra pareja se dará cuenta tarde o temprano y buscará alguien más. Debemos tener presente que nuestra pareja eligió estar con nosotros y tiene razones para hacerlo. Es importante recordar que está a nuestro lado por nuestras cualidades.
5. Ser positivo
Cuando tenemos celos, pasamos tiempo con angustia, preocupándonos de algo que no ha sucedido y que probablemente nunca vaya a suceder. Debemos intentar enfocarnos en lo positivo. Si confías en alguien, ofrécele un voto de confianza. Evidentemente, no se trata de confiar ciegamente en el otro, porque nadie es perfecto y nos podemos equivocar, pero es fundamental hacerle saber con claridad, que para nosotros un requisito imprescindible en una relación de pareja es ser confiables el uno para el otro.
Como conclusión, una relación de pareja libre de celos, vivida honestamente, con confianza, respeto mutuo y cariño, es una relación sana y consolidada y podremos disfrutar de ella de una manera plena y madura.