Este mes de octubre es el mes mundial de la sensibilización del cáncer de mama y surge con la finalidad destacada de promover la concienciación social para la lucha contra el cáncer de mama, generando una mayor implicación y atención sobre su detección temprana, su tratamiento y sus cuidados.
Este pasado 19 de octubre se celebró el Día Mundial del Cáncer de Mama, fecha promovida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) sobre una enfermedad que afecta en gran parte de la población femenina, tanto en España como en el resto del mundo. Como bien hemos dicho, esta campaña nace con el propósito fundamental de incentivar la prevención y favorecer la detención precoz del mismo.
Estamos totalmente de acuerdo con la importancia que tienen tanto la prevención como la detención temprana del cáncer de mama. Además de ello, se considera fundamental la manera de afrontar esta nueva situación que tiene la persona ante tan impactante noticia.
Según nuestra experiencia con pacientes oncológicos, es bastante habitual que, tras un primer diagnóstico, emerjan multitud de pensamientos y emociones negativas. Es una respuesta normal y humana. Pensamientos del tipo “¿por qué a mí?”, “qué he hecho yo?” o “todo está perdido…” son algunos ejemplos frecuentes que pueden rondar la cabeza del paciente en un principio. A raíz de estos pensamientos, se pueden generar una gran variedad de síntomas ansiógenos (taquicardias, palpitaciones, malestar gástrico, etc.) que nos pueden llevar a producir, a su vez cambios conductuales y/o emocionales (nos mostramos más irritables, más tristes, nerviosos, etc.).
Somos conscientes de que ante la enfermedad hay varios aspectos que no podemos modificar, como son el diagnóstico o los síntomas físicos que conlleva. Sin embargo, reforzando el concepto de rol activo del paciente;que sobre todo se centra en el papel que ocupan en la toma de decisiones y la adherencia al tratamiento, también hemos de sentirnos protagonistas a la hora de elegir cómo llevar el proceso de enfermedad. De nosotros ha de depender si nos tomamos la enfermedad con sufrimiento o resignación, o si preferimos la aceptación y la búsqueda de alternativas. Es en este preciso momento donde muchas personas no “dan con la tecla” y pueden precisar la ayuda de un profesional.
Así, desde Centro Psicosanitario Galiani entendemos que la calidad de vida de las personas es un derecho al que nunca se debería renunciar, sea cual sea la situación o adversidad en la que se encuentren. Por eso mismo, ofrecemos una intervención terapéutica dirigida a:
- Aumentar el grado de conocimiento e información del paciente oncológico sobre el cáncer.
- Mejorar el bienestar y la calidad de vida del paciente oncológico, así como de sus familiares y/o cuidadores.
- Garantizar al paciente oncológico una atención sanitaria basada en la estructuración del proceso asistencial desde la perspectiva de una intervención multi e interdisciplinar continuada como elemento de calidad.
- Evaluar, analizar e intervenir en los distintos modos de afrontamiento y las estrategias terapéuticas más útiles para mejorar la calidad de vida del paciente.
- Fomentar la expresión y el manejo de emociones y situaciones estresantes o conflictivas.
- Proporcionar atención y apoyo al paciente oncológico en las distintas fases de la enfermedad.
- Apoyar a los familiares y facilitar los diferentes duelos que tienen lugar a lo largo del proceso de enfermedad.
- Fomentar la prevención, promoción y educación de la salud.
- Ayudar al paciente oncológico a aceptar cambios y pérdidas.
- Facilitar un mayor control de la situación, fomentando el papel activo del paciente.
- Optimizar la comunicación con el paciente.
Referencias:
Organización Mundial de la Salud (OMS) (2018). Web de la OMS. Recuperado de https://www.who.int/cancer/events/breast_cancer_month/es/