La publicidad y las redes sociales pueden hacernos sentir que para “vivir bien” tenemos que evitar el malestar, el dolor y cualquier otra sensación desagradable. Pero ¿es esto posible? Y más aún, ¿es sano?
Nos bombardean continuamente con imágenes de personas felices, relajadas, sin preocupaciones, haciendo cosas divertidas, exitosas…Esto nos hace creer que estar feliz y evitar las situaciones angustiosas es lo normal.
Esta falsa creencia puede incitarnos a centrar todos nuestros esfuerzos en rehuir situaciones y pensamientos que nos resulten desagradables, centrando nuestra energía en eliminar el malestar presente y evitar el futuro.
Sin embargo, lo que se suele conseguir es justo lo contrario de lo que se pretende, se genera un efecto rebote o boomerang y los pensamientos que deseábamos eliminar se hacen más presentes.
Provocando, además, que nuestras metas y nuestro bienestar estén cada vez más lejos hasta el punto de ser inalcanzables. Nunca estaríamos felices pues eliminar por completo el malestar de nuestra vida es una tarea imposible que no hace más que causar un mayor sufrimiento y frustración. En definitiva, nos provoca un irracional miedo a vivir.
Este modo de actuar ante la vida se denomina evitación experiencial. Cuando la evitación experiencial tiene una intensidad, frecuencia y duración que afecta el correcto funcionamiento del individuo en su día a día esta conducta se categoriza como un trastorno denominado Trastorno por Evitación Experiencial.
El Trastorno por Evitación Experiencial puede definirse como un patrón inflexible de conductas destinadas a controlar y/o evitar los pensamientos y eventos vitales que etiquetamos como negativos.
Además, este trastorno puede favorecer la aparición o agravar otros problemas como la ansiedad, la depresión, los trastornos de la conducta alimentaria y las adicciones o trastornos por abuso de sustancias.
Los profesionales que formamos Centro Psicosanitario Galiani tenemos muy presente el crecimiento de esta forma de pensar en nuestra sociedad actual y hacemos hincapié en la necesidad de tomar conciencia de las situaciones que nos parecen desagradables en vez de evitarlas.
De esta manera, podremos darle un sentido positivo a estas vivencias que nos ayude a mejorar y crecer día a día para conseguir adaptarnos y, finalmente, vivir mejor y más felices.